Publicado Agosto 05, 2024 | Alejandra Villablanca
"Además de los enemigos directos de Israel: Irán, Hezbollah en Líbano, Hamás, los hutíes en Yemen y la Resistencia Islámica en Irak, debemos tener en cuenta algunas declaraciones barbáricas como las efectuadas por Erdogan respecto de una posible invasión del Estado de Israel y también de Corea del Norte señalando que está en alianza estratégica con Irán, y que ayudará al régimen iraní. Es decir, los riesgos de que esto pueda confluir en un conflicto mayor con características mundiales están latentes."
Israel se encuentra en alerta máxima, preparado para actuar ante un inminente ataque masivo por parte de Irán y sus aliados que puede expandir la guerra a un nuevo escenario regional en Medio Oriente. Se trata de la respuesta de la República Islámica y sus milicias a los asesinatos de los principales líderes de Hamás y Hezbollah que Irán y sus aliados atribuyen a Israel.
Uno de ellos fue Fuad Shukr, segundo al mando de Hezbollah, miembro del Consejo de la Jihad de esa organización y asesor militar más cercano a Nasrallah, responsable del asesinato de 12 menores en Majdal Shams, en un ataque atribuido a Hezbollah, ocurrido en esa ciudad drusa de los Altos del Golán ante el cual Israel prometió responder “con dureza.” También fue el responsable de la muerte de 241 marines estadounidenses en Beirut en 1983. Shukr fue neutralizado en un ataque de las Fuerzas de Defensa de Israel en la mencionada ciudad el martes 30 de julio. El otro fue Ismail Haniyeh, líder político de Hamás, asesinado en Teherán, pleno corazón de Irán, luego de haber asistido a la investidura del nuevo presidente Masoud Pezeshkian de ese país.
El día de ayer, domingo 4 de agosto, Hezbolla lanzó treinta cohetes en el norte de Israel, los cuales se suman a los reiterados ataques perpetrados por esta milicia que no han cesado desde el 7 de octubre pasado, produciendo graves incendios y la evacuación de entre 80 y 100 mil ciudadanos israelíes en el norte de del país. Afortunadamente, la mayoría fueron interceptados. En respuesta, Israel lanzó bombardeos y ataques aéreos contra algunas zonas en el sur del Líbano.
El Primer Ministro Israelí, Benjamín Netanyahu, ha declarado que “El Estado de Israel libra una guerra en múltiples frentes contra el eje del mal de Irán, golpeamos cada uno de sus brazos, estamos preparados para cualquier escenario en defensa y en ataque. Repito a nuestros enemigos, responderemos y exigiremos un alto precio por cualquier acto de agresión contra nosotros desde cualquier frente”.
Se están realizando los máximos esfuerzos diplomáticos para bajar las crecientes tensiones en la región. En esta línea, el Ministro de exteriores de Jordania viajó a Irán. Ha sido el primer viaje en nueve años de un jefe de la diplomacia jordana a Irán, pero no tuvo mucho éxito, ya que el régimen de los ayatolás se mantiene firme en su plan de venganza contra Israel.
Ante los hechos mencionados, Estados Unidos se ha preparado para defender a Israel del ataque que no sabemos con certeza cuándo ocurrirá. En este sentido, desplegó portaviones y buques de guerra en Medio Oriente y Europa. El secretario de Defensa, Lloyd Austin, ordenó el despliegue de destructores y cruceros adicionales de la Armada, tanto con capacidades ofensivas como defensivas de misiles balísticos y el Pentágono también tomó medidas para reforzar la defensa de misiles terrestres. Asimismo, se desplegó un escuadrón adicional de aviones de combate en oriente Medio para reforzar el apoyo aéreo defensivo. También Estados Unidos aceleró los contactos para revivir la alianza con Reino Unido y los países árabes aliados que en abril permitió proteger a Israel del lanzamiento de más de 300 drones y misiles iraníes.
El general Michael Kurilla, responsable de las fuerzas estadounidenses en Oriente medio, llegó a Israel, para coordinar la defensa de un ataque que se espera que llegue desde múltiples frentes. Incluso, se ha preparado un búnker subterráneo de alta seguridad en Jerusalén para que los dirigentes políticos del país puedan permanecer ahí durante un período prolongado de tiempo.
Por su parte, el portavoz del ejército israelí Daniel Harari se ha dirigido a la nación para informar que están en un alto nivel de alerta tanto en defensa por aire como por mar y tierra, señalando que están preparados para cualquier amenaza repentina.
Cabe señalar, que el Líbano no quiere una guerra con Israel. Los treinta y cuatro días de guerra que mantuvo en 2006 Hezbollah contra Israel le significaron una devastación que no quieren volver a repetir. Líbano es un Estado en bancarrota, un Estado fallido en el cual Hezbolla tiene mucho poder en el gobierno, en las instituciones y en el sistema económico del país. El Líbano acoge a muchos refugiados sirios y palestinos, atraviesa enormes dificultades que le hacen vulnerable y, evidentemente, no estar preparado para un escenario bélico de tales proporciones.
Ahora bien, además de los enemigos directos de Israel: Irán, Hezbollah en Líbano, Hamás, los hutíes en Yemen y la Resistencia Islámica en Irak, debemos tener en cuenta algunas declaraciones barbáricas como las efectuadas por Erdogan respecto de una posible invasión del Estado de Israel y también de Corea del Norte señalando que está en alianza estratégica con Irán, y que ayudará al régimen iraní. Es decir, los riesgos de que esto pueda confluir en un conflicto mayor con características mundiales están latentes. Rusia tiene un rol muy importante en esta ecuación, ya que, es un actor central que podría contener, en parte, la belicosidad de Irán y sus aliados y no lo está jugando dado sus firmes intereses que mantiene en la guerra en Ucrania y su rivalidad con Estados Unidos y Occidente.
En consecuencia, dada la gravedad del escalamiento del conflicto, muchos países, tales como Estados Unidos, Reino Unidos, Arabia Saudita, Jordania, Suecia, Noruega Italia, Suiza, y otros, han pedido a sus ciudadanos que abandonen de inmediato el suelo libanés. Sin embargo, la salida es compleja por la cancelación de la mayoría de vuelos.
De momento, fuentes israelíes han señalado que Irán estaría planificando un ataque contra objetivos civiles como el puerto de Eilat, o el aeropuerto de Ben Gurión e instalaciones militares.
Así pues, mientras Israel se moviliza para contrarrestar las amenazas de Teherán, y toda la región de Medio Oriente está convulsa, en el mundo nos esperan días de fuerte tensión y alerta ante la posibilidad cada vez mayor de que una temida “gran guerra” pueda estar a las puertas.